Resección de Lunares
La Resección de Lunares es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentes en mi
consultorio dermatológico; esto se debe a que los lunares suelen ser fuente de preocupación e inconformidad para algunas personas, sin embargo, a otras les parecen muy atractivos y los hacen parte de su personalidad (y si no, pregúntale a Madonna o a Cindy Crawford). Sin embargo, hay personas que prefieren eliminarlos por razones estéticas y funcionales, pero en otros casos muy puntuales deben ser retirados por razones de salud, así que en este blog post vamos a hablar sobre este tipo de manchas en la piel y cuándo es necesario recurrir a una resección de lunares.
¿Qué son los Lunares?
Los lunares (nevus) son grandes acumulaciones de melanina en una zona muy reducida de la piel. La melanina es un pigmento oscuro responsable de dar coloración a la piel y el pelo, además de protegernos de los rayos UV. A mayor presencia de melanina, más oscura son la piel y el pelo, lo que quiere decir que las personas de tez oscura tiene mayores concentraciones de este pigmento que las de tez clara. Esto no quiere decir que las personas de piel oscura no tienen lunares, sino que estas manchas en la piel son más evidentes en las personas blancas. Se les llama "lunares" porque antiguamente se creía que la luna era responsable por su aparición, pero hoy en día sabemos que estas
manchas en la piel son el resultado de un proceso tan natural como sudar.
La
melanina es producida por unas células llamadas melanocitos, que se encuentran en la capa basal de la epidermis y el folículo piloso. Cuando ocurre una producción excesiva de melanina en un solo punto da origen al lunar. Muchas personas nacen con
lunares, mientras que a otras les aparecen en el transcurso de su niñez y adolescencia. En promedio, todas las personas tienen entre 10 a 40 lunares en todo el cuerpo, algunos son tan pequeños que son difíciles de observar a simple vista, pero otros son grandes, de color oscuros y hasta sobresalen de la piel. Algunos lunares engrosan con el pasar de los años, pero otros desaparecen. Asimismo, algunos lunares pueden contener pelos y otros no.
¿Cuándo un Lunar se Convierte en Maligno?
Se puede decir que los lunares, por naturaleza, son tumores benignos de la piel y no representan ningún problema para la salud, salvo a algunas personas que les parecen desagradables (sobre todo si están en la cara y son grandes con pelos) y prefieren eliminarlos. Hay quienes piden la resección de lunares que están ubicados en zonas del cuerpo donde hay roce con la ropa o les entorpece alguna actividad, como por ejemplo los lunares ubicados en los dedos de las manos.
Pero en casos muy particulares, la producción de melanina en un lunar se sale de control y el nevus comienza a crecer y afectar al resto de las células de la piel. En estos casos, estamos ante la presencia de un tumor maligno llamado melanoma.
El melanoma es uno de los tipos de cáncer de piel menos comunes, sin embargo, es altamente peligroso, ya que suelen ser confundidos con simples lunares en crecimiento. El melanoma se extiende con rapidez por la piel y, en muchos casos, son detectados en un grado avanzado. Por eso es fundamental aprender a reconocer y distinguir un lunar simple de un melanoma.
¿Qué ocasiona este tipo de tumor maligno?
Depende de muchos factores: antecedentes familiares con cáncer de piel, predisposición genética y frecuentes exposiciones a los rayos UV del sol sin protección. Las personas de piel clara son más propensas a sufrir de quemaduras por exposición constante al sol y tienen mayores probabilidades de desarrollar cáncer de piel que las personas de piel oscura.
¿Cómo reconocer un melanoma?
La Sociedad Americana del Cáncer recomienda la guía del ABCDE para identificar un posible melanoma:
- A de Asimetría: un lunar normal es simétrico, en cambio en algunos melanomas una mitad de la mancha no es igual que la otra.
- B de Borde: el melanoma presenta bordes irregulares, dentados o poco definidos, a diferencia de un lunar sano que sus bordes son definidos.
- C de Color: presencia de varios colores dentro de un lunar maligno, incluso manchas rojas, rosadas o azules.
- D de Diámetro: muchos melanomas superan los 6 milímetros de diámetro, aunque a veces son más pequeños.
- E de Evolución: quizás sea la característica más llamativa, ya que si observa que un lunar evoluciona o cambia en tamaño, forma, color o aspecto, hay que acudir rápidamente a un médico especialista en dermatología.
Es importante el autoexamen y vigilar la aparición de nuevos lunares, en especial si alguno comienza a exudar, descamar, sangrar, cambiar de forma o genera comezón o dolor. También hay que estar alerta si en la piel alrededor de un lunar ocurren cambios, como hinchazón o enrojecimiento. Si observas algunos de estos síntomas, debes prepararte para una inminente resección de lunares.
Aunque esta guía de reconocimiento es útil, es vital que acudas a un médico dermatólogo ante cualquier cambio evidente, incluso si no observas ninguno de estos síntomas pero te expones con mucha frecuencia al sol o hay antecedentes familiares de cáncer de piel, ya que a veces los melanomas no manifiestan cambios aparentes.
Tipos de Resección de Lunares
Si decides eliminar algún lunar de tu piel, debes acudir a un médico especialista en dermatología clínica, ya que es el profesional de la salud capacitado para realizar la resección de lunares. Es vital que no remuevas ningún lunar de la piel por ti mismo ni te dejes llevar por procedimientos caseros; tampoco es recomendable que lo haga otra persona que no sea un médico. Solo un médico dermatólogo puede identificar el tipo de lunar y evaluar la forma más idónea para removerlo.
A continuación, presentaré algunos tipos de resección de lunares a modo estrictamente informativo (bajo ninguna circunstancia lo debes hacer por tus propios medios):
- Resección de Lunares por Cirugía Escisional: consiste en la remoción completa del lunar a través de una cirugía convencional y la herida es cerrada con puntos. Este procedimiento es el más frecuente en casos de melanoma y lunares planos.
- Resección de Lunares por Punción: este sistema se utiliza para remover lunares muy pequeños, en el cual se emplea un dispositivo cilíndrico que secciona el lunar y lo retira de la piel. La herida cicatriza rápidamente.
- Resección de Lunares Tangencial: consiste en el afeitado o rebanado tangencial de lunares abultados a través de un escalpelo (bisturí) muy afilado, hasta reducirlo al nivel de la piel. El tejido retirado puede ser evaluado (biopsia) para descartar cualquier anormalidad. En algunos casos, la zona donde estaba el lunar puede oscurecer o pigmentarse.
- Resección de Lunares por Electrocoagulación: es la eliminación del lunar a través de una fuente de calor, en este caso un bisturí eléctrico. El médico especialista debe ser muy cuidadoso para no dejar marcas o cicatrices en la piel.
- Resección de Lunares con Láser: este método es recomendado para la remoción de lunares planos de color negros o marrones. El láser CO2 es utilizado en este procedimiento quirúrgico, ya que es preciso, rápido y solo requiere anestesia local. Además, promueve la regeneración celular sin dejar cicatrices, por eso el láser CO2 es uno de mis métodos favoritos no solo para la resección de lunares, sino también para la eliminación de verrugas, cicatrices, manchas y cualquier otro desperfecto en la piel.
Todos estos sistemas de resección de lunares son seguros, pero solamente el médico especialista en dermatología clínica debe evaluar el tipo de lunar y señalar las opciones más convenientes. En los casos de melanoma, es conveniente no emplear ningún método que implique la destrucción del tumor, ya que es necesaria una biopsia al tejido retirado para un diagnóstico de la enfermedad.
Si tienes algún lunar que deseas remover, te invito a que te pongas en contacto conmigo. En mi consultorio puedo evaluar su tipología y las opciones de resección de lunares más conveniente. Solo tienes que comunicarte al
+57 1 7953782 o llenar el siguiente
formulario de contacto. Te responderé a la mayor brevedad para evaluar tu caso.